Los últimos artículos abordaron los beneficios sociales y medioambientales del agrocompostaje. Este mes cerramos el capítulo con una última misiva: los beneficios económicos para la administración.
La gestión de residuos urbanos es competencia de los ayuntamientos y mancomunidades, ellos son quienes deben decidir qué hacer con los desechos que generamos. Hasta ahora, la gran mayoría ha optado por un tratamiento centralizado: efectuar la recogida y transportar los desechos hasta una gran planta de tratamiento y eliminación. Cada una de estas plantas suele dar servicio a muchos municipios que tienen que transportarlos hasta allí con los consiguientes gastos: combustible, conductor, mantenimiento de vehículos, etc. Además, las plantas centralizadas tienen un coste y la ley obliga a que los ayuntamientos paguen el coste de tratamiento y eliminación de los residuos en las mismas, que alcanza aproximadamente 100 € por tonelada de residuos.
Pero hoy estamos aquí para contaros que existe otra opción, apostar por la descentralización y el agrocompostaje. Esta modalidad además de abaratar costes, alimenta y construye un sistema más sostenible.
El proceso funciona de la siguiente manera: cuando los residuos de un municipio son tratados en el mismo municipio todos esos gastos derivados del transporte se reducen significativamente. Y el resto de gastos, que los hay, son para pagar a los profesionales del sector agrario que tratarán los residuos y después abonarán con el compost obtenido sus campos devolviendolos a la tierra.
Si son agricultoras y ganaderos quienes asumen el tratamiento y utilizan esa materia orgánica para abonar huertos y plantaciones, no sólo contribuyen a cerrar el círculo virtuoso de la materia orgánica, también cobrarán hasta 80€ tonelada de residuos que composten y ahorrarán en fertilizantes y abono porque el compost es el mejor de los alimentos para nuestra tierra. Ayuntamientos y/o mancomunidades podrán reducir las tasas a la ciudadanía porque pagarán menos por la gestión de residuos mientras apuestan por la economía circular, el agrocompostaje y dar facilidades a los profesionales del sector agrario con rentas complementarias.
Por desgracia y como en casi todo, hay contras de peso que ralentizan la incorporación de muchos ayuntamientos a este modelo descentralizado de gestión de residuos. Por muy positiva que sea a corto y largo plazo para la administración y la ciudadanía, la gestión (tanto recogida y transporte, como tratamiento) de residuos generalmente se externaliza mediante contratos prolongados y rígidos que impiden un cambio de modelo, esta gestión en la actualidad recae principalmente sobre empresas gestoras y/o constructoras que mantienen el modelo centralizado.
Desde el Grupo Operativo CAM Agrocomposta diseñamos estrategias de descentralización para administraciones comprometidas, facilitamos el desarrollo acompañando el proceso con asesorías, y formamos a profesionales del sector agrario para que puedan poner en práctica el agrocompostaje en fincas y huertos.
A punto de llegar a la fecha que señala el fin del Grupo Operativo y conscientes de que la crisis del Covid 19 nos ha dificultado mucho las labores de asesoría, formación e implementación, estamos trabajando en un nuevo formato para poder transferir conocimientos y acercar este sistema a pie de campo. Próximamente tendréis noticias de las formaciones online que tenemos previstas para concluir con el trabajo de varios años, estad atentas a nuestras redes sociales y página web.
Mientras tanto disfrutemos del verano, que cuidar nuestro tiempo de descanso también es una responsabilidad.
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